Este quinteto explora los espacios melódicos que se generan partiendo de motivos de hasta cuatro notas sobre los que se aplica repetidamente una operación recursiva. Con ayuda de la computadora se seleccionaron las fórmulas recursivas y los motivos iniciales que producen resultados más musicales. El trabajo de composición ha consistido en instrumentar este material de manera que las cualidades melódicas, rítmicas y polifónicas que sugiere cada secuencia monódica se perciban con la mayor claridad posible, sin alterar la serie de alturas original.
Este rígido planteamiento autoimpuesto responde al intento paradójico de componer la música que uno mismo no podría componer.
Dimitris Christoulas es el nombre de un farmacéutico jubilado griego que se disparó en la cabeza en la plaza Syntagma de Atenas, frente al Parlamento griego, el 4 de abril de 2012. Dejó una nota de suicidio explicando que la disminución de su pensión le obligaba a buscar alimentos en la basura, por lo que prefería terminar su vida con dignidad, haciendo un llamamiento a la rebelión de los jóvenes.
Encargo de Taller Sonoro
Instrumentación:
flauta (alt. piccolo)
clarinete en si bemol (alt. clarinete bajo)
violonchelo
piano
cinta (estéreo)
(los intérpretes llevan auriculares y se sincronizan con la cinta con 4 claquetas independientes)
Duración: 14 min.
Año de composición: 2012
Estreno: 4 noviembre 2012
Teatros del Canal (Sala Verde), Madrid
Intérpretes:
Jesús Sánchez, flauta
Camilo Irizo, clarinete
Mery Coronado, violonchelo
Ignacio Torner, piano
Javier Campaña, electrónica
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abril 2013