La idea básica es procesar el sonido directo a través de un racimo de 15 búferes de lectura flexible, controlados para producir reacciones, extensiones y resonancias orquestales a partir del material aportado por el pianista en cada momento.
El sonido del piano se capta con dos micrófonos, colocados muy cerca del arpa, y en tesituras bien diferenciadas. La difusión de la parte electroacústica debe hacerse en estéreo, con dos monitores de campo cercano colocados bajo el piano (canal R), y detrás del pianista (canal L), de manera que le sirva al intérprete de monitor. El sonido directo del piano no se amplifica; el nivel dinámico de la electrónica debe equilibrarse con el volumen natural acústico del piano.
La electrónica en vivo está programada con MaxMSP 5. Para interpretar la pieza se necesitan los siguientes archivos:
Todos estos archivos deben ubicarse en el mismo directorio.
Existe un análisis de Zobeliana que el compositor Javier Campaña ha publicado como parte una ponencia sobre la música mixta actual y su aplicación en el entorno académico de los conservatorios.
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abril 2013